Escritor local
Cursó estudios primarios en la
Escuela Unitaria de Niños en su localidad natal, hasta la edad de 12 años en
que abandonó la escuela para trabajar como pastor de ovejas, en el monte en trabajos de corta de maderas,
desbroces y en la extracción de resina, en
trabajos agrícolas en toda su faceta desde la siembra a la recolección. A la edad de 21 años, marchó del pueblo a la
realización del servicio militar obligatorio.
Durante la prestación de
servicio militar, inició estudios para la obtención del título de Graduado
Escolar, aprobando en el ínterin una oposición de funcionario como Agente
Judicial de Justicia Municipal. Su primer destino en el Juzgado Comarcal de
Granollers (Barcelona) Dos años después, se trasladó a Madrid en concurso
ordinario al Juzgado Municipal núm. 33. Mediante oposición libre, accedió a
Auxiliar Administrativo siendo destinado al Juzgado de Instrucción núm. Ocho de
Barcelona. Tres años después y por concurso ordinario, fue destinado al Juzgado
de Primera Instancia num. 12 de Madrid.
Por oposición Libre, accedió al Cuerpo de Oficiales de la Administración
de Justicia, siendo destinado al Juzgado de Primera Instancia e instrucción
núm. Dos de Alcala de Henares.
Destinado en Barcelona, aprobó
el Curso de Acceso a la universidad para mayores de 25 años dando comienzo a la
Carrera de Derecho por la Universidad Autonoma de Barcelona a consecuencia del traslado de Barcelona a
Madrid, no culminó el primer curso de Derecho, por lo que se le denegó el
traslado del expediente; ya en Alcalá de Henares, aprobó nuevamente el acceso a
la universidad en esta Ciudad, donde cursó estudios de Derecho. Pasó a la
categoría de Cuerpo de Gestión Procesal a la creación de dicho cuerpo, habiendo
prestado servicios en los Juzgado de Primera Instancia e Instrucción num. 4 de
los de Guadalajara y en el Juzgado de Instrucción num. 31 de los de Madrid.
Durante su destino en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción num. 2 de
Alcala de Henares, (14 años) ocupó la Secretaría del Juzgado durante 8 años y
en diferentes periodos, por vacante de su titular. Ha prestado servicios como
funcionario de la Administración de Justicia en todas las categorías
administrativas.
En la actualidad, y desde hace
años, es alcalde de su pueblo, Selas, en la provincia de Guadalajara, dedicando todo su tiempo libre a la mejora y
aumento de posibilidades de esta localidad. Jubilado de sus quehaceres
profesionales, nunca de leer, consultar, investigar y preguntarse acerca del
mundo en que vive.
El libro que ha escrito, y que en su segunda edición ha
sido editado por AACHE, lleva por título “Selas, un pueblo entre fronteras”,
y de él se ha dicho que es un libro de agradable tacto y fácil consulta, y que viene
a ser la expresión de un saber antiguo y honrado, de una forma noble y efectiva
de comunicar. La historia de un pequeño pueblo de Castilla (del Señorío de
Molina, más concretamente), la descripción de su patrimonio, el repaso a sus
costumbres, el análisis de sus personajes, y mucho más contenido en estas páginas
de tono ahuesado y amable abecedario, que se deja leer sin problemas y sin
sorpresas. A Selas se le incluye en el Señorío de Molina, porque en todas las
secuencias históricas de ese territorio hispano ha estado siempre palpitante.
La secuencia cronológica de sus señores, de sus vicisitudes entre las coronas
de Castilla y Aragón, y el progresivo declive de la tierra en torno en este
nuevo siglo urbanita y ruralófobo, nos ofrece una cabal historia del pueblo.
Habla también de la orografía, de los ríos, de la fauna, de los árboles, y de
los personajes. Toponimia y documentos se entrelazan. El lenguaje es siempre
claro, y las ideas fluyen entre sabinares y viejos monasterios hundidos.
Estudia también el patrimonio del pueblo, que se centra en la iglesia y las
ermitas. Más la torre del reloj, comunal emblema. De todas ellas nos cuenta
historias y nos pone fotografías. Y al final se encienden las lucecitas del
folclore, y Félix Martínez hace un contundente y tierno relato de las “Candelas”
y las “Hoguerillas”, entrañables secuencias en que se unen los corazones de
todos los habitantes y descendientes. Selas puede seguir presumiendo de libro y
de autor (como ya lo hiciera cuando apareció en primera edición). Pero esta
vez, estamos seguros, va a llegar más lejos, va a escuchar mayores aplausos y
va a dejar que la silueta de su torre señorial se expanda por los horizontes
que la rodean, y aún más allá…
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